COZUMEL, Q. ROO.- La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) aún evalúa la autorización o no para construir el fastuoso desarrollo Lakam Ha Villas Cozumel-México que se asentará en una extensa superficie de 65.75 hectáreas de esta isla.
El proyecto tendrá una inversión total de 171 millones 276 mil 654.45 de pesos de la empresa El Jaguar Servicios Inmobiliarios, S.A. de C.V., en la que figura como fundador y director el polémico ex alcalde de Benito Juárez Gregorio Sánchez Martínez.
“Amigo personal” del presidente Andrés Manuel López Obrador, como lo menciona en su página personal, Greg Sánchez envió a la Semarnat la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), elaborada por Consultoría y Conservación Ambiental S. de R.L. de C.V., apenas en octubre pasado.
Ahora el político espera que la Semarnat delibere a su favor en este asunto a pesar de que las conclusiones de la MIA explican que “el principal impacto ambiental negativo del proyecto se dará sobre el parámetro del uso de suelo, debido a que con su modificación se limitará la interacción de las comunidades de individuos de flora y fauna presentes en el área, alterando patrones de distribución y comportamiento”.
El otro impacto potencial es el parámetro del agua, ya que podría generarse contaminación por la descarga accidental de aguas residuales provenientes de los servicios generales (sanitarios y actividades de limpieza), sin embargo, estima la MIA que el proyecto instalará una planta de tratamiento de agua residual en el sitio y no se contempla ninguna descarga al suelo, zonas federales, al mar o a ningún otro cuerpo de agua.
El ex candidato a la gubernatura del estado en 2010 y enemigo acérrimo del ex presidente Felipe Calderón, Greg Sánchez ha sido señalado por vecinos del lugar y dirigentes ecologistas como el responsable de este ecocidio.
Por ejemplo, en la MIA se explica que con la construcción de este desarrollo llamado Lakam Ha Villas Cozumel-México han considerado que “por la deforestación y ocupación permanente previstas del proyecto se estima que el monto en pesos de medidas de compensación es de 5 millones 186 mil 134.65 pesos”.
Además, debido a los procedimientos, lineamientos, reglamentos e infraestructura para la implementación de las medidas, se espera que los impactos del proyecto “sean insignificantes o bajos”, conservando la dinámica del ecosistema, preservando los elementos naturales y fomentando la concientización sobre el respeto y la importancia de conservar a las especies.
En las conclusiones finales, el extenso análisis realizado en 456 páginas, asegura que el promovente ha establecido indicadores de cumplimiento con base en la legislación ambiental, así como la integración de buenas prácticas de operación en la materia y que el desarrollo del proyecto no causará efectos adversos significativos que pongan en riesgo el medio ambiente y la salud humana.
Con esa misma lógica, la MIA subraya que la isla de Cozumel tiene una vocación turística, lo que ha ocasionado que, a la fecha, sea uno de los destinos turísticos más importantes tanto a nivel nacional como internacional y se encuentre en constante desarrollo.
Por eso, “el proyecto incrementará la oferta de los servicios turísticos que actualmente ofrece la isla, lo que implica el aumento de la demanda de bienes y servicios en la zona, con un sentido de integración social, dando preferencia de contratación a personal local y consumiendo productos y alimentos locales”.
Las 65.75 hectáreas de esta propiedad se sitúan sobre tres tipos generales de vegetación: selva baja subcaducifolia, manglar mixto y vegetación de duna costera, también conocida como matorral costero, así como superficies que por condiciones naturales no tienen vegetación (cuerpos de agua). (Fuente Luces del Siglo)
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