COZUMEL Q, ROO.- Por ordenes del morelense Guido Renan Rosas López, los retenes que se instalan en calles y avenidas de la isla aumentaron lo doble, y el malestar de la población también, pues si bien es cierto que estas acciones en un principio fueron implementadas para disuadir a la delincuencia, pero la realidad es otra, pues los uniformados en su mayoría foráneos, aprovechan estos «puntos de revisión» para hostigar e incluso extorsionar a incautos ciudadanos.
Lamentable que en plena pandemia por el Covid19, y en donde la economía de los ciudadanos están por el suelo, el Director de la Policía GUIDO RENAN ROSAS LOPEZ sólo ejecute retenes para hacer creer a la población que esta combatiendo la inseguridad, pero lo que realmente hace con estos operativos de carácter inquisidor, es afectar en gran medida el patrimonio de la ciudadanía que vive al día, para llevar el sustento familiar a la casa.
Lo grave de estos retenes, es que ahora, la nueva orden del jefe policiaco es detener a cualquier ciudadano que se resista a una revisión de «rutina» o que simplemente no quiera cooperar con la «labor» policiaca.
Tal como sucedió hace unos días en un filtro de revisión, instalado en la avenida Félix González con Juárez, en donde los policías detuvieron a una fémina por negarse ser revisada.
Con total prepotencia, los uniformados subieron a la mujer a la patrulla, y posterior revisaron a detalle la motocicleta, sin encontrar nada ilegal, salvo uniformes y material de trabajo de la ciudadana.
Finalmente, la mujer fue privada de su libertad y acusada por resistencia al arresto, y por ese señalamiento que le imputaron, el juez calificador la sancionó con una multa superior a los mil 200 pesos para que pueda salir de la prisión, pues de lo contrario pasaría 36 horas de arresto.
USTED DEBE SABER!
Los retenes policíacos no sólo son inservibles para combatir la delincuencia, sino molestos, violatorios a los derechos humanos más elementales, ilegales y anticonstitucionales porque violan los Artículos 11, 16, 20 y 21 que garantizan a todos los ciudadanos que puedan circular por el país sin ser molestados, a menos de que haya una orden escrita, coinciden expertos en leyes.
Ante ello, revisar a los ciudadanos o instalar los llamados retenes o puestos de seguridad o los de revisar a las personas por ‘sospechosas’, ya sea por sus rasgos físicos, forma de vestir, gustos en la decoración de sus automóviles, y detenerlos como si fueran delincuentes a punta de pistola, violan las garantías individuales y denota la falta de capacidad de los cuerpos policíacos, porque tienen que revisar a miles quizás para encontrar solo un par de delincuentes. (Redes)
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