COZUMEL Q, ROO.- Una abuelita de 89 años de edad quedó sin vida en los patios de la unidad médica 02 del IMSS, luego que la recepcionista del hospital, se negó rotundamente darle acceso para que médicos en turno la valoren. Cabe mencionar que no es la primera vez que esta clínica se ve implicada en hechos lamentables, pues siempre la señalan de no prestar atención médica a los derechohabientes de manera oportuna.
De acuerdo con las autoridades, la noche del sábado a eso de las 19:40 horas, la abuela de nombre Clementina C.C de 89 años de edad, en compañía de su hija Maria Marcela H.C de 52 años de edad, llegó al hospital del IMSS para entrar a urgencias con un fuerte dolor en el pecho, pero la recepcionista del lugar, no le quiso dar turno, alegando que no es derechohabiente, y que mejor la manden al hospital General a bordo de una ambulancia.
Familiares de la infortunada señora insistieron en reiteradas ocasiones que la atiendan, y estaban dispuestos pagar la consulta médica, pero la inhumana recepcionista del IMSS se negó que un médico en turno atienda a la paciente de 89 años de edad, y quien lamentablemente a la salida, se desvaneció y perdió la vida en los patios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Paramédicos de una clínica privada acudieron al lugar para auxiliar a la abuelita, y pese que le ofrecieron reanimación cardiopulmonar, doña Clementina no resistió y falleció en el lugar. El cadáver quedó tendido a unos metros de la entrada principal del hospital del IMSS, y peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) se encargaron de levantarlo para ser trasladado a la morgue.
Lo más probable es que la FGE inicie una carpeta de investigación por presunta negligencia médica y omisión contra personal del IMSS que presuntamente no quiso atender a la señora por el simple hecho de no ser derechohabiente, y que a causa de ello, falleció afuera del hospital.
Cabe hacer mención que esta clínica, no es la primera vez que se ve implicada en casos lamentables, pues en las redes sociales se denuncia mucho, que los médicos en su mayoría sindicalizados se niegan atender a los pacientes, o bien se van a clínicas privadas a dar consultas cuando aún están en horario laborales.